“Nos renovamos con las nuevas experiencias de aprendizaje, de colaboración y de servicio”

A nombre de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico y en el mío propio doy la bienvenida a cada uno de ustedes en este nuevo año académico, particularmente a nuestros nuevos estudiantes.  Gracias a padre obispo Rubén, nuestro gran canciller, por presidir este encuentro de fe, en que ponemos en las manos de Dios Padre, por el sacrificio de su Hijo, bajo la guía del Espíritu Santo nuestro esfuerzo y trabajo.

Cada comienzo es siempre un momento de renovación.  Se renueva la Institución con una nueva etapa en su gerencia, con sus nuevos programas académicos y con los nuevos integrantes de la comunidad universitaria.  Nos renovamos cada uno con las nuevas experiencias de aprendizaje, de colaboración y de servicio.  Pero, más importante aún, se renuevan nuestros anhelos, nuestras metas, nuestro sentido de futuro individual y colectivo, y nuestro ánimo de seguir adelante con confianza.  Ese es el verdadero sentido de nuestra apuesta educativa, que se afianza en la fe en Jesucristo que continuamente hace nuevas todas las cosas por la acción del Espíritu Santo que obra en nosotros y, a través de nosotros, obra en la historia de nuestras familias, comunidades y país.

Cada uno de ustedes pone en las manos de la Universidad la confianza de que aquí esos deseos de superación, de desarrollo integral, de formación y capacitación, personal y profesional pueden crecer y dar frutos.  Nosotros ponemos nuestro empeño y convicción en que la capacidad de nuestros profesores y empleados, la oferta académica que hacemos disponible, las oportunidades y servicios que les brindamos y la experiencia extracurricular y comunitaria que ofrecemos son la mejor combinación para hacerlo realidad.

Nuestra educación, centrada en la persona humana y su dignidad, arraigada en la buena nueva del Evangelio, comprometida con la búsqueda de y el encuentro con la Verdad y la construcción de un tejido comunitario solidario y participativo, es la gran apuesta que hacemos al que se construye el bien común y sirve de fundamento a los deseos de movilidad social y justicia que laten en el corazón de cada uno.

Reconocemos que en el camino habrá dificultades, tormentas, situaciones difíciles y piedras de tropiezo.  Nada que valga la pena se obtiene sin dificultad. Pero ante ello los invito a mantenernos firmes, perseverantes y constantes, siempre fijos en las metas que queremos alcanzar, con la certeza de que con nosotros va el que calma las tempestades y quien nos prometió su presencia hasta el fin del mundo.

Comenzamos este año académico con buenas noticias para la Institución.  Nuestra acreditación por la Middle States fue renovada por el periodo máximo hasta el 2032.  Asimismo, el Dicasterio para la Cultura y la Educación aprobó la vinculación de nuestra Escuela de Teología con la Pontificia Universidad Javeriana para la convalidación de los grados eclesiásticos.  La agencia acreditadora del Programa de Patología del Habla-Lenguaje confirmó la candidatura para acreditación de nuestro programa.  La Junta de Instituciones Postsecundarias aprobó la licencia para el Grado Asociado en Diseño de Interiores de la Escuela de Arquitectura y Diseño Rafael Hernández Colón.  Se han recibido nuevas subvenciones de fondos externos en el Colegio de Ciencias.  Se acaban de conceder las subastas para los trabajos de pintura en los recintos de Mayagüez y Arecibo así como para la reconstrucción de la residencia San Juan Bautista que albergará la Oficina de Asistencia Económica.  La agenda Pionera no se detiene y nuestra Universidad sigue adelante viviendo activamente su identidad y misión.

Gracias a cada uno por hacer de nuestra Universidad su casa y su familia. Les deseo un excelente semestre, bajo el amparo de Santa María, Trono de la Sabiduría.

Recordemos la invitación que les hice a mantenernos motivados mutuamente con la exhortación final del himno de la Universidad: “A luchar, Pioneros, adelante.  A vencer con la Universidad”.

Scroll to Top