Pioneros extienden una mano amiga

Responden al auxilio de una familia carente de alimentos

En momentos de necesidad el estar para los demás es una recompensa que sobrepasa cualquier expectativa. Es algo que llena el alma de regocijo, aún más cuando aplicas los conocimientos adquiridos para hacer el bien.

“Me siento tan feliz y pienso que mi misión aquí en la tierra es ayudar al que necesite. Una vez más compruebo que escogí la mejor profesión: trabajadora social”, así se expresó la estudiante María Vega, integrante de la Asociación de Trabajadores Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, recinto de Mayagüez. Lo acertado< de su elección profesional quedó confirmado el lunes 4 de mayo cuando la Asociación logró que gente cercana al residencial Llorens Torres pudiera entregarle una compra a la familia de Suheil Rodríguez, una familia compuesta por una jefa de hogar y ocho niños. ¨Gracias a Dios, en menos de 3 horas, llegó la ayuda ¨, mencionó la Pionera mientras destacó que el proceso se hizo a través de las redes sociales ya que no se logró acceso directo a ellos. ¨No podía imaginar que uno de ellos se quedara sin comer y que yo no pudiera hacer nada¨, añadió.

El trabajador social es un profesional que vela por las necesidades de los más vulnerables y así lo puso en práctica la Pionera, María Vega.

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